Juanito tenia 9 años cuando tuvo un sueño...le pareció encontrarse delante de un grupo de numeroso de muchachos. Unos reían, otros jugaban; no pocos blasfemaban. al oír aquellas blasfemias, no aguante; me lancé contra ellos y con mis gritos y golpes quise hacerlos callar.
Ella tomándome bondadosa mente de la mano me dijo: ¡Mira!. Al mirar, me di cuenta de que los niños habían desaparecido y en su lugar había una cantidad de diversos animales.¡Este es tu campo de trabajo. Tu tienes que transformar a estos animales feroces en mansos corderos!.
¡A su debido tiempo lo entenderás todo!.
Un ruido lo despertó y desapareció la visión. Juanito sentía que le dolían las manos por los golpes que había dado. Y en sus oídos le parecía aún escuchar las palabras de la bella señora: ¡Este es tu campo de trabajo, los jóvenes!.
Su familia era pobre, pero Margarita su madre le enseña a compartir con otros: Mamá ¿puedo salir para llevar esto a la vecina?.
Estos lo reciben siempre con alegría: "Gracias juanito, es la Providencia que te envía"
A su edad ya sabía hacer pequeñas mortificaciones. José ¿quieres hacerme un favor?...
Cambiemos de panes: Me das tu pan negro, me gusta más y yo te doy el pan blanco. Esto lo hizo durante 2 años.
Cuando iba a la ciudad veía la profunda miseria que existía: gente ociosa, borrachos, ladrones...
Vamos Juan. Pidamos a Dios que nunca lleguemos a ser como ellos.
Cierto día de paso por la ciudad, vio cómo llevaban preso a un joven. Este hecho la conmovió tan profundamente que pensó: "Si sólo pudiese hacer algo por ellos..."
De regreso a casa le dice a Margarita: "Mamá,como quisiera ser Sacerdote para instruir a los jóvenes. Así no llegarían a cometer el mal.
El era pobre. Para estudiar para Sacerdote hacía falta dinero. Con todo la Señora del sueño había hablado claro.
El papá de Juanito se llamaba Francisco; era un campesino que trabajaba honradamente para mantener a su familia.
Una tarde calurosa, de regreso del campo todo sudoroso entró a la húmeda bodega; el frío le chocó cogió una pulmonía.
A los pocos días falleció. Juanito tenía 2 años apenas.
No se desanima ni se deje vencer por la pobreza. Comienza a practicar lo que le mandó la señora. Reune a sus compañeros, los entretiene y les enseña.
Como es muy hábil, todos lo buscan para organizar el juego.
También alguna vez, Juanito regresa a casa con la cabeza rota. Mientras le curaba, Margarita le iba diciendo: Siempre te digo que tengas cuidado. ¿Por qué vas con esos chicos?, bien sabes que hay algunos que no son buenos.
Mamá, dejame probar todavía, mire, cuando yo estoy con ellos se portan mejor, no dicen malas palabras. Su madre siempre terminaba dándole permiso.
Cierto día, en el mercado, viendo actuar a un prestigitador, le nace una idea: Por qué no puedo hacer yo lo mismo para poder atraer así a los muchachos.
-Mamá, ¿me das permiso para ir de nuevo a ver al prestidigitador?. -Vaya no más, pero no me pidas dinero para eso, porque no tengo.
Juanito nunca esta ocioso. Se pone a fabricar cajas y jaulas para pájaros, también se puso hacer canastas para venderlas luego en el mercado.
Con el dinero que saca, tiene para estar en primera fila y así aprender los trucos del Saltimbanqui.
De regreso a casa ensaya los primeros juegos, los repetía día tras día, hasta aprenderlos y se vuelve así un experto
Pronto llega la ocasión para demostrar lo que había aprendido. En la fiesta del pueblo. La campana de la iglesia suena llamando a los feligreses... pero la gente ni se mueve para entrar a la iglesia.
Suena una trompeta-Un saltimbanqui-. En un instante le rodea un numeroso grupo de gente.
En un instante está desafiando al hombre: Le apuesto 20 liras si gana, y si pierde se alejará inmediatamente y nos dejará en paz.
Juanito comienza. Hace saltar la varilla sobre la punta de los dedos, de allí sobre el brazo, las espaldas, la barba, la nariz... Recibe un caluroso aplauso de parte de todos.
